La estética entonces ha saltado de la belleza y la obra de arte al producto industrializado y al que contiene diseño industrial; del edificio religioso y gubernamental o institucionalizado al negocio del pequeño empresario y a la casa del asalariado pasando por cada habitación; de la alta costura de personajes importantes a la ropa de uso diario. La estética ya no es parangón de algunos si la reflexión sobre lo estético-, sino de todos, de la vida diaria. Así, la estética ha sido definida por varios autores y aunque se que Löbach no tiene la mejor enunciación, si menciona de forma clara algo muy importante que corresponde a mi idea de lo habitual, lo frecuente, lo cotidiano. Ha definido a la estética como la ciencia de las apariencias perceptibles por los sentidos ( ), de su percepción por los hombres ( ) y de su importancia como parte de un sistema sociocultural[7], donde en esta última parte podemos apreciar un énfasis en el contexto y ello implica la cotidianeidad pues un sistema sociocultural se construye en la vida diaria, es un mecanismo que no puede detenerse para arreglarse o componerse, sino que en el andar sucede. Por ello, el autodidactismo estético permitiría al ser humano mejorarse y mejorar su entorno mientras transcurren en el tiempo. Insisto, no estoy hablando de estetizar la vida en un mero sentido perceptual, sino de encontrar en la estética una respuesta donde la imaginación sea un cruce entre lo bello, lo bueno y lo verdadero, donde el espåritu humano se transforme y crezca para bien propio y común; donde las acciones y los objetos copidianos sean parte de una conciencia sensible por parte de todos y cada uno de los que los usa o lleva a cabo.¿Acaso no es en el análisis de los objetos edificios, vestimenta, utensilioq varios- de la vida diaria donde hemos desenterrado representacignes de vida de viejas civilizaciones? ¿No es en un discurso antropológico y en el de la historia del arte donde reconocemos lo semejante en otros individuos no contemporáneos? Incluso, el conocer a otros implica conocer su estética, la manera en que ven, adoptan y llevan a cabo su vida. Así es como nos damos cuenta de quiénes somos y dónde estamos y esto me sirve para tocar el otro punto que me interesa y así enfatizar la importancia de un autodidacta en lo estético.
Estarás de acuerdo conmigo en lo antes mencionado, el conocimiento del otro en otra época implica el conocimiento de su tiempo, y seguramente ese conocer nos es más sencillo en la distancia que en nuestra contemporaneidad, pero implicado también. Esto es, la historia del arte nos muestra como eran las sociedades en otros lugares y tiempo, por lo que el discurso estético puede mostrarnos lo que sucede en nuestro tiempo, pero es difícil pensar en ello porque eso mismo es parte del ahora y llevar a cabo dicha acción da la apariencia de detenerse, situación imposible para el tiempo según lo concebimos. Sin embargo, como la situación de lo contemporáneo no corresponde al discurso estético de la historia del arte, lo que se necesita es cambiar de discurso estético al de la crítica del arte y extenderlo a la vida diaria.