7 de diciembre de 2022
Execrable bálsamo de la voluntad
La tarde aova densas nubes
respira ardores evoca hilos
teje lazos con el delirio
arde el musgo de la melancolía
desaparece el rubor que la calcina
anida la luz en las cenizas
Con el dorso del adiós esculpe horizontes
con los leños del sueño el palpitar de los recuerdos
hálitos que escarban refugios en el alma
el temor carcome la pared de las entrañas
de la fuente de los milagros nacen entre ahogos
renovada sed de maravillas
Landas de silencios olfatean las delicias que subyugan
infinita negritud de lo profundo
principio y fin de lo absoluto
sueños perversos emanan de la blanda piedra
en el escondrijo gime la virtud
la eternidad traza el rictus de un mismo ser
De la tristeza nacen apariencias
el dolor eriza los gemidos y las risas
sed de muerte delirante
las venas elevan los suplicios
emergen ahogos y amarguras
se apuntalan y someten los destinos
En las profundidades del corazón
el bulto del odio hincha y rompe el pudor
miserias ondulantes labios saetas
azorada calle tortuosa
agobio en la cámara mortuoria
lluvia amarga sangre en el aire
Manos ajenas de iniquidad punzante
ruinas del alma yacen en la piel agridulce
destellan susurros los cirios del alba.