6 de junio de 2021
Juan Pueblo
(del libro Tierra libre)
Hoy Juan Pueblo está contento
ostentando su miseria
en la principal arteria
gustoso ha tomado asiento;
hoy Juan Pueblo está contento,
y en homenaje se inclina;
lo subyuga, lo fascina,
el sable y las charreteras
los escudos, las banderas
y la fuerza que domina.
Como una rara sorpresa
en la multitud confusa,
Juan Pueblo mezcló su blusa
con la levita burguesa,
como una rara sorpresa
de su gorra jornalera
un mechón sale hacia afuera
como una ofensa al pudor
pues le desluce al “Señor”
la felpa de su galera.
En su mesa sin mantel,
Juan Pueblo añora un mendrugo
pero vegeta en el yugo
como un can sumiso y fiel,
en su mesa sin mantel
su hijo -el que es canillita-
tal vez con hambre dormita
en el preciso momento
que Juan Pueblo más contento
gesticula, canta y grita.
Juan Pueblo pasó este día
borracho de “patriotismo”
y olvidó el antagonismo
con la vieja burguesía.
Juan Pueblo pasó este día
entre el humo de los cohetes
luciendo insignias, membretes
y efigies de generales
y llegó a los ventanales
sin penetrar al banquete.
Junto al gran “Señor” de guante
embutido en su levita,
aquel mendigo que grita
es una tragedia andante.
Junto al gran señor de guante
va el esclavo del jornal
que asimiló la moral,
las grandes taras burguesas,
y ha olvidado su pobreza
y su condición social.
En la balumba infernal
van un miserable hambriento
y un miserable opulento
que es poderoso industrial;
en la balumba infernal
con fraternidad fingida
se buscan enternecidas,
aquí el hambre, allá la hartanza
el que incuba la venganza
y aquel que castra la vida.
En bandadas bulliciosas,
como huyendo de una jaula,
dejaron desierta el aula
tristemente silenciosa;
en bandadas bulliciosas,
las jóvenes este día
se fingen en rebeldía
por gustar lo no gustado
de un romance inusitado
bajo la arboleda umbría.
Camaradas estudiantes
que supe aplaudir un día,
en la justa rebeldía
en el varonil desplante,
camaradas estudiantes
te apreciamos de verdad
en la solidaridad
con los parias de la gleba
cuando tu grito se eleva
buscando la libertad.
Soldado, obrero, poeta,
campesino y estudiante,
propiciemos el instante
de avanzar sobre la meta;
soldado, obrero, poeta,
vamos todos a luchar,
tenemos que conquistar
la sociedad presentida;
para que triunfe la vida
hay que avanzar, y avanzar.
Juan Pueblo, yérguete un día
y transforma tu rencor
en levadura de amor
en humana rebeldía.
Juan Pueblo, yérguete un día
de la libertad en el nombre;
tal vez el amo se asombre
y no sepa comprender
que el viejo siervo de ayer
ha resuelto ser un hombre.
***
Mate amargo
(del libro Grillos y terrones)
Si me acalambra el letargo
de soledad aplastante,
tengo un amigo de aguante
y ese amigo es el amargo;
amistad de tiro largo,
raíz que al alma se aferra,
ternura gaucha que encierra
con su caliente presencia,
la viva reminiscencia
de las cosas de mi tierra.
Símbolo de mi querencia,
tu amargo me supo a miel
porque como un perro fiel
rondaste mi larga ausencia;
tu juguetona inocencia
verde y jugosa poesía,
fue un ponchito de alegría
que me calentó las venas
porque endulzaste mis penas
con tu amarga compañía.
Cuántas jornadas oscuras
después de una hambruna larga
me diste tu sangre amarga
pa ' emgambelar las achuras;
en las íntimas ternuras
que encienden mi corazón,
sos como un hueco dulzón
que en el recuerdo levanta
la sombra querida y santa
de mi rancho de terrón.
Mate amargo compañero,
noble hermano, fiel amigo,
si habrás cruzado conmigo
en mi vida de trovero;
rescoldito trasfoguero,
de mi entumida pasión
hoy ya se apagó el fogón
donde mama te cebaba
y tu redondel llenaba
de dicha mi corazón.
Cuando empieza tu sabor
a calentarme el garguero,
me siento más guitarrero
con más temple de cantor;
y si angurriento de amor
sigo traguito a traguito,
gustando ese calorcito
que la sangre me atraviesa,
mi madre gaucha me besa
desde un lejano infinito.
Pa'mí sos casi un cristiano
con tu prosa rezongona,
yo distraigo la persona
y hecho pa' juera el desgano.
Sos gauchito hasta el tutano;
por eso es que les encargo
si ensillo pal viaje largo
al poner la última garra,
quiero pulsear mi guitarra
y saborear un amargo.
***
Coplitas de Juan sin tierra
(del libro Yunques rojos)
Soy bruto y analfabeto
porque nací siendo pión
y sin embargo le digo
no lo voto más, patrón.
Dejo su estancia y al dirme
tan pobre como ignorante,
voy echando la tropilla
de mis penas por delante.
Tiene vacas como yuyo
y tiene campo a rolete,
yo tengo la libertad
en las patas de mi flete.
Soy muy baquiano en mi tierra,
rumbeador hasta en el monte,
voy de galope hasta el sol
pa alcanzar el horizonte.
Tanto campo despoblado
y ni un rancho ande morir;
tendré que ganar la tierra
donde luchar y vivir.
Mi agüelo le decía a tata
que la escuela es pa´l dotor,
que pa qué precisa libros
un paisano alambrador.
Yo sigo tropiando ajenos
y acalambrao por los fríos,
igual que tata alambrando
los campos que no son míos.
Quiera Dios que mis gurises
agarren otro camino
y den güelta la pisada
al rumbo de mi destino.
***
Pero... yo canto opinando
(del libro Coplas de un nuevo tiempo)
No vengo por jactanciarme
no soy mejor que ninguno,
yo soy solamente uno
que no quiero entropillarme;
disculpen si al presentarme
sin posturas de “dotor”,
opino sobre el valor
grande, profundo y sincero
del payador verdadero
y del falso payador.
Hay mozos divertidores,
dicharacheros, traviesos,
y algunos creen que son esos
verdaderos payadores.
Yo no les niego valores
mas les falta bizarría,
si no encrespan la poesía
como las piedras de un cerro
serán como dijo “Fierro”:
cantores de fantasía.
Muchos de nuestros hermanos,
hombres con la barba entera,
mueren en la cordillera,
en la selva, en los pantanos.
Es entonces mis paisanos
muy superior la ocasión
de hacer un canto varón
que el canto pa´divertir,
qué más le puedo decir:
pa´mi trai tufo a traición.
Cantar pa´entretenimiento,
cantar pa´hacer olvidar,
es decir, pa´no pensar,
es cantar sin fundamento.
El que pulse el “estrumento”
con él debe honrar la vida,
lanzar su trova sentida
pa´quien la quiera escuchar
ya que el asunto es largar
sin gastarse en la partida.
Bordar coplas con estrellas,
hacer chispear bicho e´luces,
no afirmar los “caracuses”,
hacerse a un lao de la huella,
juir en cuanto atropella
el ‘malón’ como un pampero
eso es chasquearse aparcero
o como elegir muy mal,
si es vistoso el pavo real
es más gaucho el teru tero.
Lo más lindo del paisaje,
aparcero, no se asombre
dejuramente es el hombre,
su esperanza y su coraje.
Quien algo el pampero ataje
sus coplas va emparejando,
y ahí quedan como pintando
“redotas”, triunfos y amores,
pa’ no ser solo cantores
que se divierten cantando.