Tres poemas de Lucía Delbene: Lengua RAZ, Del amor, la nieve y otras zozabras, Apología del virus Whang-19
Minuto a Minuto

 

 

29 de abril de 2021

Lengua RAZ…


Mi lengua tiene sabor a cuchillos viejos
armada hasta los dientes vino rasgando el aire
no le bastan sus estepas y ha cruzado estos mares
con una Biblia y un sayo, con sus pies franciscanos
sus ríos buscan los peces,
al beber la nueva tierra se trastornó de surubíes
sedientos son los desiertos
de mulitas, pastizales, llanura yerma y pradera:

mi lengua santa.

Mi lengua tiene sabor a bahía solitaria
con el viento como entraña y en la urbe sin memoria
es un monje en la muralla
de mi lengua extranjera, camino de los guerreros, legiones y verduleros
de los presos de España
empapada de la océana sus sílabas se empluman en verde y serpiente nueva
ofrenda de sangre india mi espada abre una garganta,
recuerdo la hundida Atlántida:

mi lengua asesina.

Estos paisajes no eran de nadie
mi río una voz cascada
igual a la de un gaucho en la desolada costumbre
que se abre al fogón en una noche colmada
de estrellas que rabian en las notas bajas y agudas
que discurren suavemente por cañadas y maizales
y mueren en los rancheríos donde los perros ladran
amargando mi garganta agua de yerba mate
gorjea secamente por las zanjas de las ciudades
va conmigo al destierro:

mi lengua solitaria.

Mi lengua moría en la guerra y luego resucitaba
mi lengua su resistencia toponima de la tierra
en yacaré y chicharra y musical travestida
labia de cinco mares, luenga al ras y lengua larga
de lamido sensual y ardiente en los canales
susurra su exilio entre islotes de sarandíes
y por el río se arrastra toda la sangre incendiada:

mi lengua mestiza.

Inunda las raíces recién enterradas
híbrida melodía hace a mi lengua hablar
pitangas de Urunday y mármoles de Carrara
un día mintió traicionera– pero eso estaba escrito
en el horóscopo nativo un día llegarían
los dioses tan altos como caballos en llamas
y darían la muerte a cambio del oro:

mi lengua dorada.

 

***


Del amor, la nieve y otras zozobras


Ven, cálido amigo, que tengo las manos heladas
de reptar por las cornisas
de asolar las cúpulas con gatos en la escarcha
de arañar los cristales incorpóreos de este cielo
absuelto de humana contingencia.

Ven a estos techos ciclópeos,
no temas el frío, te abrigaré con un manto de nieve
te anidaré entre mis gemas exactas
y el humo azul que asciende entre brillos.

Te acunaré como a un niño diminuto que no respira
y alzaré en pilares de agua el tálamo alto donde el sueño es puro
donde las tormentas detenidas rezan en inmóviles circunferencias
con mis labios curtidos a la intemperie
con mis dedos trémulos de lamparitas
y mi pecho duro como un templo
donde vienen a quemar el frío
las garzas heladas del invierno.

Ven con tus ojos que arden en la experiencia
a la negrura insondable donde pende un abalorio
el lago alto bajo el cual estoy dormida
ven a este líquido sueño con párpados transparentes
a mi arrastre de esqueletos y escamas
a mi derrame de perlas y pequeñas cuchillas
prometo no matarte, prometo darte el atisbo de mil siglos
o mil y una noches de cuentos orientales
con princesas esclavas y humo dulce de sahumerios
desfilando igual que nubes, carabelas y tempestades,
donde la curva del mar se hace línea.

Ven a posar tus girasoles tristes
las ruedas perpetuas en que danzan
las hojas de tus árboles recónditos
los lápices de tu hastío
la capa cruel del cansancio jornalero
tus pies de mendigo arrastrando sus llagas
mi agua es tan fría, mi fiebre es tan nívea
que vengo aterida por las cumbres amortajadas
los mares vibran en mi encaje la espuma
en los visos turbios donde beben las nubes
y mis velos atigrados por los cielos altivos
mordiéndome las piernas amanecidas
en la bruma de un balneario abandonado.

Deja tu afán de música interminable
que ya incendias los caminos de bitumen
el deseo acompasado en tus ávidos pulmones
el aliento que mariposea hacia sus alfileres
en fuelle cansado de continuar sin objetivo
reposa tu rostro en mis hombros bien torneados
y mis ebúrneos muslos que sostienen los mapas
en la muda voz de la inmovilidad sin respiro.

 

de La tela maga (Juana Ramírez, 2018)

 

***


Apología del virus Whang-19


Es cierto, tendremos que lamentar
muchas muertes
incluso la mía o la tuya o la de alguien querido
y además no sabemos despedirnos
 –la lancha que emprende un viaje largo
parte de madrugada
y a esa hora las flores no han madurado–
Sin embargo,
la peste es una antorcha que acelera el tiempo
yo estaba cuando la negra enfermedad
en el año mil trescientos veintiocho
la gente decidió gozar como loca con el cuerpo
después de mil años
comer exquisiteces siempre, incluso en la cuaresma
y no tenerle miedo a los perros de los reyes
que cuidaban los caminos con los colmillos afilados.
Nadie hacía caso ya de las procesiones
ni de los aullidos a Dios
por el contrario
corríamos al campo para recordar viejos rituales
donde se bebía vino
fuera de los templos
y se tenía sexo
a pleno día sobre el pasto
mientras Bocaccio escribía su Decamerón.
Así la peste negra diseminada por las ratas
en las grandes ciudades
es considerada la causa del Renacimiento
y el fin del gran teatro tiránico y feudal
los pobres campesinos habían decidido
tomar sus picas y terminar con las promesas
de otra vida mejor en el cielo.

Piensen querides humanes
cuantos nuevos pensamientos
y formas de vida
podría traernos el virus de Whang.
                                                  (Inédito)

 

Lucía Delbene (Montevideo, 1974)
Poeta y docente (IPA). Mg. en Literatura Latinoamericana (UDELAR). Se desempeña como profesora de literatura de enseñanza media, escritora e investigadora. Es editora de La Coqueta colectivo editorial de poesía.
Poesía
Garza en garza (2009).
Taurolabia Premio con publicación en el concurso de poesía de la revista “Lo que vendrá”(2012).
La tela maga. Buenos Aires, 2018.
Poemas en las revistas digitales, Transtierros (AR) Enclave (USA), en elMontevideano Laboratorio de Artes (UY) y en  fanzine Antología Errática y Abisal, (Rocha, 2015).
Narrativa
“La homicida de las flores”. Cuento premiado con publicación en la revista de IPA Cantá Odiosa, 2002.
El libro de los peces. Trópico Sur, 2013.
El libro de los peces y otros relatos. Trópico Sur, 2014.