24 de abril de 2021
Kompagnistræde 41
En el mínimo espacio de un límite,
en la baldosa extinta o en la mirada roma
asoman distancias inermes.
En el mínimo espacio de un silencio
o en el acorde cuántico de una sonrisa leve
subsiste el rastro óseo de la existencia.
Jorge cavó sus pensamientos místicos.
Esparció los surcos de Spinoza.
Dejó en salmos eclécticos cada trazo perenne.
Extraño la fuerza de tu presencia
y el eje pertinaz de los pinceles.
Nunca supe de la certeza o la ficción,
si tu himno raquídeo estaba entregado al lecho.
Sí supe, sí sé que tuve que encontrarte
en los últimos cuadros que pintaste
ocres y amarillos, mínimos verdes,
florecidas colas de gallos.
No fue posible cruzar la calle hasta tu casa,
tampoco fue posible atravesar los vidrios de ventanas y puertas
para cambiar el ángulo de la mirada, palpar el volumen del acrílico.
Jorge estuvo, estaba, hubo un espacio unívoco.
Yo te vi exangüe subir la escalera del liceo,
aquella noche de barcos sueltos y tormentas guarangas.
Repujamos juntos un escondite rápido que sorteara la bilis herida
y se calmaran las fauces de una vida bípeda que exprimía.
Deambulé por tu regla áurea rimando casas de chapa
en el pueblo aciago, aquel, con parral de infancia
y el Listali, perro blanco, de hocico trágico.
Si supieras Jorge.
***
Puertas
Verbum caro factum est
Anónimo siglo XV - Villancico de Navidad
Eduardo se fue.
La puerta quedó abierta.
Al fondo, sobre la pared del patio,
persiste estático el hábito de su mano.
Por la misma puerta,
en arrebato de sorpresa,
escapan con desorden y sin llave
el taxi amarillo,
aquel judas hinchado de gladiolos,
la estrategia de contar,
una ensenada arrabalera,
otro sábado rapaz,
las tardes sibilinas,
cada callo de la carga,
esa precisa pericia nocturna,
la furia desdoblada en su hueso,
la furtiva foto apenas,
la mañana de un ahogo,
ese brindis anual en medio de las vértebras.
Eduardo se fue.
La puerta quedó abierta.
Al fondo, sobre la pared del patio,
persiste inconclusa la ventana de su mano.
Subió despacito
con su niebla austera.
Hirsuta y aguda estiró la sombra
sin forma en la vereda.
Llevó consigo o dejó
los espacios suspensivos,
¿quién lo sabe?
Duda, laguna, fuga, pugna,
llanura en la planicie de la calle.
Eduardo se fue.
La voz quedó en su propia trama.
El disparo no siempre estalla cuando se dispara.
Jorge Nández Britos (Maldonado, 1955)
Profesor, escritor. Su actividad profesional ha estado ligada a la educación media y superior. Fue director del Instituto de Profesores Artigas e Inspector Nacional de Español. Cuenta con publicaciones e investigaciones referidas a educación y a su especialidad disciplinar.
Publicaciones de poesía
Aquí/Entonces. Ed. Ideas, 1981. Plaqueta con dibujos de Juan Mastromatteo y Jorge Nigro.
Los rostros y la cara. Ed. El caballo perdido, 2002. Ilustraciones de Jorge Nigro.
Imprimismos. Ed. Artefato, 2005.
Simas. Ed. Monteverde, 2006. Ilustraciones de Adolfo Nigro.
Votivos. Ed. Yaugurú, 2011. Ilustración de Adolfo Nigro.
Reunida. Ed. Yaugurú, 2018.