22 de abril de 2021
Tercer sábado de Cuaresma
Hace ya mucho ha despertado el día
pero yo no me había ni enterado.
Me fui a la cama anoche muy cansado
y hasta hace un rato nada más dormía.
Me baste ese placer. Los cuaresmales
ejercicios requieren que esté alerta
y en oración, con esperanza cierta
de alcanzar los jardines celestiales
tras andar una vida en el desierto,
con la ayuda de Dios. Lo que hoy me toque
bregar, lo bregaré. Cuando haya muerto
en Dios descansaré...Pésimo enfoque.
Dios ha ordenado descansar, ¿no es cierto?
Descansa, pues, so burro, so alcornoque.
De "De un miércoles a un domingo", en elMontevideano - laboratorio de artes
***
Uno, que ha cocinado con cebollas
-aunque no era obligado el ingrediente-
para disimular ante la gente
que lo viese llorar entre las ollas;
uno, que padeció púdicamente,
sin usar de pamentos ni bambollas,
cuando todo eran llagas bajo ampollas,
haciendo del aullido flor silente;
uno, que bailó un vals con la más fea
sin quejas, porque no correspondía;
uno, que aunque la gente no lo crea
es todo corazón; uno, que un día
se hizo al sufrir y en eso aún se emplea;
uno, que es albañil de la alegría.
En elMontevideano - laboratorio de artes
***
Paradoja y café por la mañana
Leo muy de mañana en un café.
Hay hermosura en lo que leo y en
el mundo circundante.
De pronto me enteran
de una amiga que está
parada y oscilando en la frontera
entre la vida y la muerte.
Rezo por ella y por los suyos.
Dios, cuando toque, me habrá de explicar
-si quisiera por qué y para qué
esta mezcla terrible de las cosas.
Mientras tanto, yo rezo y la belleza
hace que el caos sea soportable.
De Croar (romanzas para sapo bajo - barítono), en elMontevideano - Laboratorio de artes