ADOLESCENCIA UN NUEVO ENFOQUE (II). LA SEXUALIDAD DE LOS ADOLESCENTES
Bienvenidos a esta que es la segunda parte de la serie Adolescencia un nuevo enfoque.
Como ya saben, esta columna está diseñada para hablar de temas propios de la psicología de un modo digerible y comprensible para la mayoría. Está dedicado a los padres jóvenes con un lenguaje que puede entenderse y disfrutarse a cualquier edad.
En esta primera serie aprovecharemos el espacio para hablar de la adolescencia desde una perspectiva diferente, ágil y agradable; pero con las bases del conocimiento científico, la experiencia de muchos años en el ejercicio de la psicoterapia y de la convivencia con los jóvenes en la educación.
En la segunda entrega de esta serie hablaremos de la sexualidad de los adolescentes, como si fuera cosa fácil.
Espero lo disfruten y me hagan llegar pronto sus sugerencias acerca de los temas que deseen conocer y las dudas que quieran resolver
Entremos en materia.
No es lo mismo hablar de información sexual que hablar de educación sexual, la primera tiene que ver simplemente con el hecho de recibir datos que puedes hacer (o no) parte de tu vida y que puede ser significativo (o no) en tus procesos de aprendizaje, en cambio, la educación sexual tiene que ver con ese proceso de asimilación de la información para su integración a la personalidad, y que tiene un impacto directo en nuestra toma de decisiones y de actitudes (Ya sé que soy un aburrido, pero también hay que trabajar)
No obstante esta clara diferencia, no podemos separar una de otra ya que para que la educación se dé, debe existir un proceso de información que nos lleve a tal. Para que este proceso tenga éxito y se transforme en educación (ahí es donde entras tú) es necesario que lo informado sea adecuadamente reforzado y de ninguna manera corrompido con mitos que lo único que hacen es complicar el proceso (así que nada de pelos en la mano por tocarse ni visitas al infierno por pecadores).
La sexualidad de tus hijos no espera, es necesario que desde pequeños se les rodee de la información adecuada, pero sobre todo del ambiente de tolerancia, respeto, actitud positiva al tema y mucha madurez para comprender que el hecho de que tus hijos sepan del tema no los expone, al contrario, los capacita para protegerse a sí mismos y no permitir abusos de ninguna índole ni de ninguna persona cercana o ajena a la familia.
Tu niño (a) esta descubriendo que tiene un cuerpo al que antes no prestaba atención y que es absolutamente sexual.
¿Qué quiero decir?
No te espantes, resulta que hasta hace poco tiempo, para tu hijo (a) el ser hombre o mujer sólo era cuestión de la ropa que usaban o los adornos que se ponían; las niñas (principalmente) se revelaban y querían practicar los juegos que tradicionalmente son sólo para ellos y ellos (por fin) entendían (poco) que no había gran diferencia con ellas. Pero poco nos duró el gusto de esta equidad porque ahora, las antes sutiles diferencias se están matizando, sus cuerpos cambian y empieza a surgir la atracción (¡que mello!) de los unos por los otros y de los otros por los unos (y sus combinaciones).
Hasta hace poco el mundo era mucho más simple para ellos, estaban organizados (haciendo eco a Chico Ché): los nenes con los nenes y las nenas con las nenas, pero hoy se dan cuenta de que fulano no tiene mala pinta y mengana tiene bonitos ojos, hoy se ponen chinitos con el roce de una mano que mil veces antes tocaron sin reacción alguna.
No te espantes, (recuerda que tu lo viviste) esta no es una de las señales del Apocalipsis (no lo vas a encontrar en la Biblia) es sólo una pequeña señal de que su mundo está cambiando y que requiere más que nunca de tu apoyo y comprensión (que no tu permiso, porque ese se lo toman solos) para iniciar una vida sentimental, que si la manejas bien te va a acercar más que nunca a ellos, pero que si tratas de evitarla va a provocar un alejamiento y muchos dolores de cabeza.
Tu papel, entonces, es el de facilitador pero no pienses mal, lo que vas a facilitar es la información y la educación que precisamente evite que vean las cosas tan fáciles que terminen por hacerte abuelo (a) o, peor aún, con una enfermedad de transmisión sexual.
Es todo un proceso de adaptación a las nuevas circunstancias y características de tus hijos y que sin duda se vive mejor con información.
Aquí el problema son las fuentes de información; así es, tus chicos (as) van a buscar entender lo que les sucede (y les duele) y van a buscar la información que se los explique. Por desgracia tú no vas a ser siempre esa fuente ya que seguramente ya te pusieron a prueba (y no la pasaste) con preguntas básicas de las que te escandalizaste y que te cerraron la puerta para nuevas preguntas y/o confidencias.
¿Qué hacer?
Bríndales la información; pero para eso debes estar tú también bien informado y abierto al tema. Una de las maneras más sencillas es comprando libros, revistas especializadas, viendo programas especializados (y que te vean viéndolos), mostrarte receptivo a esos temas y dialogar con tu pareja abiertamente y delante de tus hijos (as).
Recuerda que de todo lo que tengan dudas y no te pregunten a ti seguramente lo van a preguntar por otros lados y ahí si, para saber lo que les digan, porque si te va bien hablarán con alguien que sepa del tema y sea consciente de su condición y desarrollo (sus maestros) pero si le preguntan a un amigo (la mayor de las veces más desinformados que ellos mismos) van a entender todo al revés (como lo entendiste tú seguramente) y se estarán preparando para una vida sexual tan poco satisfactoria y tan poco gratificante como la tuya (eso duele).
Los (as) adolescentes requieren información, confianza, seguridad, comprensión en sus procesos y saber que cuentan con un fuente que les puede proporcionar todo eso y más (idealmente tú).
No te espantes te recuerdo (por enésima vez) que tú ya lo viviste ahora te toca hacerlo más digerible para tus hijos (as); sólo piensa en el tipo de acompañamiento que te hubiera gustado tener en tu momento y ya habrás entrado al camino correcto.
Ánimo
La próxima semana empezaremos a abordar los problemas con la autoestima en la adolescencia no te lo pierdas y recuerda sintonizar el 105.9 de FM Sicom Radio todos los jueves a las 8 p.m. en donde podrás escucharme en el programa Sexo Sentido.
Espero sus comentarios, dudas y sugerencias de temas a tratar.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Aguilar Gil José Angel, Máyer Hernández Beatriz, compiladores. Hablemos de sexualidad: lecturas. Mexfam. México 1996.
Satir, Virginia. Nuevas relaciones humanas en el núcleo familiar. Edt. Pax. México 1995
Aguirre, Eduardo Alfonso. Educación sexual, lo que l@s jóvenes deben saber sobre sexualidad.edt. Ducere S.A. de C.V. México. 2001
Calle, Ramiro. Guía práctica de la salud emocional. Edt. Improve. España. 2002