Sobre la Educación
Por: Jacinto Hernández Hernández[1]
Educación es la conducción humana a su máxima realización: la Dignidad Humana.
El humano, desde su origen, fue diseñado y estructurado para este supremo propósito, todas sus partes, son estructurales y evidencian la finalidad diseñada.
La finalidad diseñada es la dignidad humana alcanzada por la sabiduría, y sabiduría es la selección de conocimientos de la Verdad para practicarlos y vivirlos.
Por consiguiente la educación no es un invento, sino un descubrimiento en el Orden Universal, y orden de todas y cada una de las cosas de la existencia y, un cumplimiento es el Esplendor Humano.
Los muchos conocimientos científicos o filosóficos no hacen la sabiduría, pero su práctica sí.
La práctica debe estar coordinada con la estructura humana y ésta con la estructura del orden universal, mediante el esfuerzo libre de toda oposición y así se alcanza la dignidad humana.
Todas las apariencias de verdades, sofismas, se oponen a esta educación primigenia, mas ninguna podrá destruirla, ella continuará hasta el último hombre y esperará al nuevo.
El humano o el hombre son lo mismo, en el mismo grado varón o mujer y en lo esencial, tienen el mismo diseño, la misma estructura y la misma finalidad, la diferencia está en el cómo, cómo practicarla, cómo darla y cómo recibirla.
Pues entonces si la educación primigenia es inobjetable y si el hombre tiene evidentemente muchas cualidades y facultades, mediante el trabajo de esta natural educación, individual y social; pues por naturaleza, el hombre es individuo y socio de su comunidad para ayudarse mutuamente en los cómo físicos y en los cómo del filosofar.
Comprendida sencillamente la única y troncal filosofía, se comprende sencillamente la única y troncal educación, la educación primigenia.
Educación es la conducción humana a su máxima realización, la DIGNIDAD HUMANA.
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