DIARIO DE UN TESTIGO DE LA GUERRA DE ÁFRICA*
PEDRO ANTONIO DE ALARCÓN
(Español, 1833-1891)
Por: Elda Ruíz Flores*
En esta ocasión hablaremos de uno de los cuentos de Pedro Antonio de Alarcón, escritor español nacido en 1833 y muerto en 1891: “Diario de un testigo de la guerra de África”
No obstante lo alejada que está de nosotros la época de la campaña a que se refiere este libro (1859-60), toma a veces el relato tan elevados vuelos, que adquiere el carácter de verdadera epopeya para la que no rige el tiempo.
Empieza el autor por copiar su licencia y hoja de servicios militares, como demostración de la justicia del título puesto a la obra, ya que de tales documentos resulta que Alarcón asistió a la campaña como voluntario, siendo ordenanza de los generales Ros de Olano y O'Donnell, a cuyas órdenes desempeñó comisiones diversas y tomó parte en diez acciones y dos batallas, mereciendo las cruces de María Isabel Luisa y de San Fernando.
El relato de los incidentes de la lucha adopta la forma de "diario", y entre los numerosos episodios que refiere, descuellan las magníficas descripciones de las batallas de los Castillejos y de Tetuán y del combate de Guad-el-Jelú.
Son muy bellos e interesantes los capítulos que dedica a la Nochebuena del soldado, a la vida de campamento y a la misa de campaña.
El segundo volumen está consagrado casi exclusivamente a pintar con minuciosidad las costumbres moras, intercalando sugestivas anécdotas y acertadas descripciones de poblados, barrios y casas, deteniéndose especialmente el autor en el relato de su estancia en Tetuán y de los interesantes coloquios allí celebrados con sabios israelitas que aún hablaban el castellano arcaico de sus ascendientes, con el historiador y poeta Chorby, con los mercaderes argelinos y con varios subditos marroquíes. La pintura de la bella ciudad mora recién conquistada en la que Alarcón llegó a fundar un periódico. El Eco de Tetuán y las investigaciones acerca de los ilustres moros andaluces que emigraron de España al terminar la dominación árabe, le dictan páginas que se leen con verdadero placer.
Al final de la obra inserta, como apéndices, unas relaciones de las bajas habidas por el ejército en la guerra, en las que es digno de notarse el dato de que, mientras que el número de muertos en el campo de batalla y por resultas de heridas ascendió a 1.122, el de bajas causadas por el cólera llegó a 2.888.
* Del libro: Cuentos y Novelas Cortas, Ed. Ediciones Libertarias Prodhufi