
Rocío García Olmedo*
En los últimos días ha ganado presencia en los medios de comunicación los abusos sexuales en contra de menores y mujeres perpetrados por sacerdotes. Patéticas las reacciones de la jerarquía católica, ya que las declaraciones por sí mismas, nos demuestran sin duda que no se trata de hechos aislados.
El mismo Papa pidiendo “disculpas” a las víctimas de abuso sexual, el Obispo de Chiapas señalando que “el liberalismo sexual dificulta la formación de sacerdotes, especialmente en su relación con menores de edad” o que les parece “ante tanta invasión de erotismo, no se puede mantenerse fiel, tanto en el celibato como en el respeto a los niños” y todos, mencionando que “estos actos serán juzgados por Dios” lo que -como bien se ha comentado- deriva también en responsabilidades institucionales y estructurales.
No he escuchado que la jerarquía católica declare su responsabilidad y complicidad en estos abusos que por mucho tiempo han ocultado, protegiendo a los sacerdotes, basados en un documento enviado a todos los obispos del mundo por el entonces Prefecto Joseph Ratzinger, hoy el Papa Benedicto XVI, en el cual tipificaba como “secreto pontificio” todos los delitos sexuales de clérigos y penalizaba con castigo eclesiástico el rompimiento de este secreto.
No he escuchado que la jerarquía católica se comprometa a la investigación y penalización de los culpables, dando a conocer los nombres de los sacerdotes pederastas que los saben y muy bien los obispos y el propio Papa, para que sean juzgados en los tribunales por el delito que cometieron. Encubrir un delito también es un delito!
Retomo la pregunta del periodista Carlos Puig ¿qué pueden tener de erótico un niño o una niña de ocho años, señor obispo? La pederastia es un delito grave y hay leyes civiles que deben cumplir los ciudadanos sean religiosos o no cuando lo cometen.
Y ahí está para su análisis la Encuesta de Opinión Católica en México 2009, recientemente publicada “Los hallazgos sobre Estado laico, expectativas sobre la iglesia, pederastia y derecho a la salud sexual y reproductiva” revelando datos por demás interesantes, entre otros, señala que el 53 % de las personas católicas encuestadas aprueban que la Iglesia católica debe promover el castigo penal de sacerdotes que hayan cometido abusos sexuales, el 21% dice que se les debe prohibir ejercer su ministerio y el 13% señala que se les debe expulsar de la iglesia.
Fernando Savater en su libro “Los diez mandamientos en el siglo XXI” cuando reflexiona sobre el mandamiento: No tomarás el nombre de Dios en vano* sita: “¿Qué implica entonces esto? Más allá de cuestiones religiosas quiere decir que no se debe utilizar a Dios. Que no se deben utilizar las grandes palabras para abusar de la confianza de tus semejantes. No debes invocar en nombre de lo trascendente, de la divinidad, de los grandes valores, de las libertades, de los objetivos públicos de la sociedad, para abusar de la confianza de tus semejantes, para engañarlos, para someterlos a tu capricho o a tu deseo. Lo valioso no debe ser utilizado para la mentira y el fraude, porque produce un ambiente de banalidad que termina quitando el peso y valor a lo que debería ser más estimable”
Estos actos delictivos perpetrados por sacerdotes se han convertido en un agravio social, de ahí la necesidad imperiosa de construir una concepción para hacer frente a la complejidad de este reto y evitar su mera simplificación, lo que nos lleva a plantear que será necesario proponerse remover los intereses creados de manera que haya una reparación justa del daño causado a las víctimas de abuso sexual en la iglesia, para …“asegurar la verdadera solución y la no repetición de estos hechos deplorables contra las y los más indefensos”**
Valdría la pena en estos tiempos de campañas políticas saber por parte de los candidatos y candidatas que hoy contienden, bajo qué reglas gobernarán ¿lo harán asumiendo las tesis de un Estado confesional? o ¿lo harán en el marco de un Estado laico? De esta manera sabremos de entrada qué podemos esperar no sólo en este gravísimo delito cometido por sacerdotes católicos, sino también en muchos otros temas de similar importancia.
No omitiendo mencionarles a los candidatos y candidatas de todos los partidos políticos que en la Encuesta de Opinión Católica 2009 a que he hecho referencia, también menciona que el 61% de feligreses encuestados opinan que deben gobernar y tomar decisiones basados en la diversidad de opiniones que existen en el país, contra sólo un 18% que mencionaron que deben gobernar y tomar decisiones basados en las enseñanzas de la Iglesia católica.
* Savater Fernando.-“Los diez mandamientos del siglo XXI” pág. 39-51
** Exhorto publicado por la Red Latinoamericana de Católicas por el derecho a decidir”
No he escuchado que la jerarquía católica declare su responsabilidad y complicidad en estos abusos que por mucho tiempo han ocultado, protegiendo a los sacerdotes, basados en un documento enviado a todos los obispos del mundo por el entonces Prefecto Joseph Ratzinger, hoy el Papa Benedicto XVI, en el cual tipificaba como “secreto pontificio” todos los delitos sexuales de clérigos y penalizaba con castigo eclesiástico el rompimiento de este secreto.
No he escuchado que la jerarquía católica se comprometa a la investigación y penalización de los culpables, dando a conocer los nombres de los sacerdotes pederastas que los saben y muy bien los obispos y el propio Papa, para que sean juzgados en los tribunales por el delito que cometieron. Encubrir un delito también es un delito!
Retomo la pregunta del periodista Carlos Puig ¿qué pueden tener de erótico un niño o una niña de ocho años, señor obispo? La pederastia es un delito grave y hay leyes civiles que deben cumplir los ciudadanos sean religiosos o no cuando lo cometen.
Y ahí está para su análisis la Encuesta de Opinión Católica en México 2009, recientemente publicada “Los hallazgos sobre Estado laico, expectativas sobre la iglesia, pederastia y derecho a la salud sexual y reproductiva” revelando datos por demás interesantes, entre otros, señala que el 53 % de las personas católicas encuestadas aprueban que la Iglesia católica debe promover el castigo penal de sacerdotes que hayan cometido abusos sexuales, el 21% dice que se les debe prohibir ejercer su ministerio y el 13% señala que se les debe expulsar de la iglesia.
Fernando Savater en su libro “Los diez mandamientos en el siglo XXI” cuando reflexiona sobre el mandamiento: No tomarás el nombre de Dios en vano* sita: “¿Qué implica entonces esto? Más allá de cuestiones religiosas quiere decir que no se debe utilizar a Dios. Que no se deben utilizar las grandes palabras para abusar de la confianza de tus semejantes. No debes invocar en nombre de lo trascendente, de la divinidad, de los grandes valores, de las libertades, de los objetivos públicos de la sociedad, para abusar de la confianza de tus semejantes, para engañarlos, para someterlos a tu capricho o a tu deseo. Lo valioso no debe ser utilizado para la mentira y el fraude, porque produce un ambiente de banalidad que termina quitando el peso y valor a lo que debería ser más estimable”
Estos actos delictivos perpetrados por sacerdotes se han convertido en un agravio social, de ahí la necesidad imperiosa de construir una concepción para hacer frente a la complejidad de este reto y evitar su mera simplificación, lo que nos lleva a plantear que será necesario proponerse remover los intereses creados de manera que haya una reparación justa del daño causado a las víctimas de abuso sexual en la iglesia, para …“asegurar la verdadera solución y la no repetición de estos hechos deplorables contra las y los más indefensos”**
Valdría la pena en estos tiempos de campañas políticas saber por parte de los candidatos y candidatas que hoy contienden, bajo qué reglas gobernarán ¿lo harán asumiendo las tesis de un Estado confesional? o ¿lo harán en el marco de un Estado laico? De esta manera sabremos de entrada qué podemos esperar no sólo en este gravísimo delito cometido por sacerdotes católicos, sino también en muchos otros temas de similar importancia.
No omitiendo mencionarles a los candidatos y candidatas de todos los partidos políticos que en la Encuesta de Opinión Católica 2009 a que he hecho referencia, también menciona que el 61% de feligreses encuestados opinan que deben gobernar y tomar decisiones basados en la diversidad de opiniones que existen en el país, contra sólo un 18% que mencionaron que deben gobernar y tomar decisiones basados en las enseñanzas de la Iglesia católica.
* Savater Fernando.-“Los diez mandamientos del siglo XXI” pág. 39-51
** Exhorto publicado por la Red Latinoamericana de Católicas por el derecho a decidir”
*Rocío García Olmedo ( ) ha desempeñado diversos puestos públicos y políticos en el estado de Puebla, México. Rocío García Olmedo es diputada de la LVII Legislatura del H. Congreso del Estado de Puebla.
Más de la obra de Rocío García Olmedo:
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