Flor ajena
Era una flor de un jardín ajeno
Donde sedienta de amor estaba
el manantial se había secado
Y sus encantos marchitados
Era una flor de jardín ajeno
Que buscaba otro jardinero
Que la regara con esmero
Y abonara en su terreno
Era una flor de jardín ajeno
De blondos pétalos rosados
Sedienta de besos encarnados
Esperaba la lozana primavera
Para derrochar su aroma
En su nuevo y tenaz jardinero
Enrique Canchola
29122021 derechos Reservados
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