Por el sendero peligroso
Inmerso en el sendero peligroso,
mantengo el curso de mi vida,
voy recogiendo de la herida,
las espinas que adornan,
como flores mi destino.
Tránsito con mis plantas adoloridas,
los acantilados de la vida,
en busca de los manantiales divinos,
donde brama la tierra y se arrastra la serpiente,
en busca de la mente humana
y mi pensamiento se pierde en el agitado fuego
que consumen las hambrientas nubes
que se deslizan gritando en el agreste firmamento.
Enrique Canchola Martínez
Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa
Cd. de México. 25042021
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