Otras espiritualidades (Artículo)
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03 de junio de 2023

- La Historia Jamás Contada -

Para mucha gente, espiritualidad y religión son lo mismo y la segunda siempre está asociada a lo dogmático, autoritario y totalitario, características que apuntan más hacia un dispositivo de control montado desde el exterior, que algo surgido del interior de cada individuo, como ha sido tradicionalmente su coartada. (Desde mis primeras incursiones en el psicoanálisis, esto de la inmanencia de la religión en el ser humano me resultó sospechoso de ser efecto de un mecanismo inconsciente de defensa que impediría llegar a la conciencia los recuerdos traumáticos de cuando trataban de imponernos el adoctrinamiento religioso.

Ya en esta primera aproximación conceptual parecen deslindarse nítidamente dos aspectos de la cuestión: el propiamente religioso y el político, cuya confusión, como lo he analizado en otros artículos, lleva en la práctica el fascismo. Una vez reconocido y tenido en cuenta este posible uso político de la religión, recurriré a una reflexión de hace un poco más de quince años acerca del personaje de Jesús tal como aparece en el folklore religioso, motivada por un curioso libro sobre un contemporáneo que compartía con éste tanto el nombre como algunas inclinaciones, pero del que había evidencia histórica.

Considerando la situación en su conjunto, me iba quedando claro que siempre habíamos tenido una imagen sincrética obtenida a partir de las cualidades de varios personajes con mayores probabilidades de haber existido realmente. Pude identificar en ese momento cuatro distintos, incompatibles entre sí: a) un anacoreta, b) un justiciero, c) un “gorrón” y d)… un mago, con el cual me quedé por corresponder a mi interés por lo extraño, aunque cada uno tendrá su propia preferencia.

Lo mismo sucede con la religión y la espiritualidad, de las que se espera resolverán de alguna manera las grandes interrogantes y necesidades más apremiantes que plantea la vida, sin tener la menor idea de cómo y por qué habrán de hacerlo y mucho menos del Agente que logrará el prodigio, situación que en Religión se sintetiza en el concepto de fe –“la fe obra milagros”, suele decirse.

Sea como fuere, nos encontramos definitivamente en el terreno del Misterio: por eso el gran atractivo de la religión sobre la imaginación de quienes, aún sin ser creyentes, han percibido destellos -o sombras, según- de lo que puede haber detrás. Aquí vuelven a deslindarse los campos: esta vez entre lo propiamente religioso y lo paranormal, aunque suele recurrirse a un ministro religioso cuando se presenta un caso así, de igual manera que se llama a un astrónomo cuando se sospecha de la presencia de OVNIS, en ambos casos sin ninguna garantía de poder hacer algo al respecto.

Ahora ya puede intentarse definir diferencialmente la religión y la espiritualidad, siendo esta última una (pre)disposición interna, subjetiva del individuo hacia lo trascendente, mientras que la religión es tan sólo una de cualquier cantidad de formas posibles de expresar simbólica o codificadamente tanto la sospecha como la búsqueda y posibles hallazgos de quienes presentan esta sensibilidad. (¿Qué otra cosa sino esto son la poesía, literatura y arte místico en general?)

Por eso experimentar con distintos enfoques y técnicas que se aproximen mejor a lo que se percibe oscuramente pero no lo confirman los sistemas religiosos tradicionales aceptados o impuestos nada tiene de escandaloso: es algo natural, como también abandonar definitivamente una determinada práctica religiosa, ya sea para sustituirla o no por otra(s) o incluso inventar una nueva más en sintonía con el ser y sentir personales, aunque esto signifique quedar como un traidor a los ojos de los hasta entonces compañeros y más aún lideres del culto de que se formaba parte. Una posibilidad abierta por el aflojamiento de los lazos políticos que ataban al individuo a “la religión de sus mayores” aunque ésta ya no tuviera significado para él o para ella. Si para bien o para mal, el tiempo lo dirá. Aunque visto objetivamente, es tan sólo un momento en la Historia cultural, esto es, la evolución de las formas de vivir individual y colectivamente a través del tiempo.

Por cierto, la ESPIRITUALIDAD no se reduce a la religión, sino que abarca muchísimas cosas, como habrá ocasión de examinar con más detalle

Pero hasta aquí, ¿QUÉ OPINAN USTEDES?

Fernando Acosta Reyes (@ferstarey) es fundador de la Sociedad Investigadora de lo Extraño (SIDLE), músico profesional y estudioso de los comportamientos sociales.