
Guillermina Baena Paz(1)
Palabras clave: prospectiva, OCDE, colonización del futuro, caos, complejidad, cambio, pensamiento estratégico
El país se encuentra en una difícil transición.
Ya no podemos permitir que este país siga fotocopiando su pasado, ni permitir que ya le hayan trazado su futuro.
Los organismos financieros internacionales ya ni siquiera son discretos en sus planteamientos: revelan de manera descarada, casi cínica, su intervención en las políticas nacionales y la ampliación de las mismas a políticas globales dictadas desde los intereses del Banco Mundial, del FMI y de la OCDE.
Un trabajo que han venido haciendo estos organismos desde hace varios años como la gota que orada la piedra. Veamos el ejemplo de la educación:
El llamado Documento de Santa Fe generado por el gobierno de los Estados Unidos en la década de los ochenta proponía el control de la educación, porque quien controla la educación controla el pasado y también el futuro.
“Era necesario instrumentar una educación filosófica para promover los ideales de la libertad política y de la iniciativa privada, así pues, era necesario controlar el sistema de educación porque quien lo controlara, controlaba el pasado y también el futuro. Para ello era necesario imponer la imagen estadounidense a Iberoamérica, exportando ideas e imágenes que alentaran la libertad individual, la responsabilidad política y el respeto a la propiedad privada, vía campaña de radio, televisión, libros, artículos, folletos, donaciones, becas y premios” (2).
Será acaso una casualidad que a partir de esa fecha los informes secretos del Banco Mundial a los gobiernos concretamente el enviado a Salinas y a Zedillo proponían las líneas básicas que debía tener la educación en nuestro país y estas fueron expresadas en el Proyecto de Modernización educativa salinista y en el Plan Nacional de Desarrollo zedillista que alentó las reformas del llamado Plan Barnés, rector de la UNAM, las cuales, a pesar de su abrupta salida como rector, se han ido cumpliendo en la nueva administración.
La OCDE, por su parte, encargó a educadores del país vasco elaborar un proyecto de gestión del conocimiento basado principalmente en el ejercicio de las competencias.
Inspirado también en ideas de San Ignacio de Loyola, se fue conformando un proyecto que hablaba de las bondades de su paradigma para la apropiación de la experiencia de Dios. Estos mismo pasos aplicados a la apropiación del conocimiento han generado una metodología del aprendizaje…que pretende involucrar no sólo a la razón, sino también a los sentidos y a los sentimientos. (3)
Para este momento las competencias permean todo el sistema educativo mexicano, se instauran por decreto desde el preescolar hasta los niveles superiores, son la vanguardia, lo más novedoso, el futuro de la educación, todos los niveles educativos trabajan sobre las competencias. Competencias que enfatizan valores, que priorizan valores como la manera de construir el carácter del alumno.
Sin embargo, en este mundo turbulento, las competencias a veces se definen sólo como el saber hacer, en el mes de noviembre del 2004, durante un encuentro de Secretarios de educación del país un conferencista decía, porqué se preocupan tanto, la escuela no sirve para nada, con tal de que el individuo sepa hacer. Y es que efectivamente estos son los criterios que prevalecerán en las empresas para las contrataciones, que sepan hacer lo que les piden sin importar cómo obtengan los conocimientos o de qué escuela provengan, y que los valores que imperen sean los que mantengan a la empresa en un clima de cordialidad, tolerancia, respeto entre todos… o será sumisión, conformismo, acatamiento de órdenes sin cuestionamientos, ésta lectura también se hace.
Las competencias pueden ser positivas si llevan al individuo al saber, saber hacer, saber ser y saber convivir, interpretadas sobre las bases de un ser humano que integra su razón y sus emociones para sentirse libre y feliz.
De lo contrario, hay que revisar de qué estamos hablando.
Educar en el pensamiento único para una sociedad con características similares, no pensar en otra cosa, no pensar diferente, no pensar…
Porque “quien controla la educación, controla el pasado y también el futuro”…
Caos, complejidad y cambio.
En un mundo de caos, complejidad y cambio, son necesarias nuevas herramientas para entender a un mundo que se ha vuelto una interconexión de redes y estructuras sistémicas.
La palabra caos en lenguaje ordinario se usa para describir condiciones de turbulencia, desorganización o volátiles, sin embargo, la ciencia le ha dado un nuevo significado.
La teoría del caos es el nombre popular para la teoría de los sistemas dinámicos o estudios no lineales. La mayor parte del mundo está hecha de sistemas no lineales una nueva clase de matemáticas no basada en números sino en imágenes
La prospectiva nos ayuda a explicar los problemas complejos que están entretejidos en las telarañas de las estructuras sistémicas. Descifrar los niveles del análisis, deslindar lenguajes simbólicos, traducir códigos, llegar a los significados profundos para saber lo que realmente dicen los discursos y las estrategias del poder.
Sumergirse en las estructuras visibles para captar las no visibles y saber dónde están las invisibles es una tarea que le compete al pensamiento prospectivo.
¿Qué herramientas metodológicas de las que teníamos en el siglo pasado, apenas hace cuatro años nos sirven para explicarnos los problemas o cuántas más tendremos que inventar a la misma velocidad de los acontecimientos?.
Será que el destino nos alcanzó o será que no supimos ver más allá de donde nos llevaban las anteojeras del positivismo que reinó en la ciencia tantos años.
Esto que se empieza a llamar el pensamiento sistémico y el pensamiento estratégico está cambiando hasta los parámetros de la ciencia como la conocíamos apenas a finales del siglo XX.
El haber dado juego sólo a una parte pequeña del lado izquierdo del cerebro nos ha hecho dar vueltas en redondo sobre el mismo camino… hasta que alguien descubrió que “el emperador estaba desnudo”, que la metodología no sólo era para las mentes inteligentes y que nuestra capacidad de rebelarnos frente a las fórmulas establecidas podía crear catástrofes, como la teoría que se rebeló contra las ecuaciones lineales de Newton para descubrir un mundo infinitesimal algebraico, que podía predecir en qué momento un ecosistema se alteraría o una presa se iba a reventar. Ahí la humanidad dio el salto cuántico.
La rebelión frente a lo establecido fue la liberación del lado derecho del cerebro, el reconocimiento después de tantos años de menosprecio y de reducción al ámbito literario.
El lado derecho nos mostró sus múltiples posibilidades como intuición, lenguaje total, poesía, imaginación, estética, etc.
El cerebro también nos enseñó que es el fiel guardián de las emociones. El ying y el yang, la razón y la emoción que equilibran al ser humano.
Y vamos a necesitar el equilibrio par enfrentar un mundo diferente que se viene lleno de experiencias nuevas, conocimientos infinitos, nuevas carreras, mayores interconexiones. Ya nada será fácil.
La clave para salir adelante en este mundo está en anticipar y saber enfrentar el cambio. un cambio planeado que responda a los cambios y oportunidades que se dan en el entorno.
Para ello requerimos de la prospectiva.
La prospectiva como herramienta metodológica abre un sinfín de posibilidades a quien la use: como facilitar la toma de decisiones ante la consideración de un abanico de posibilidades, usar la planeación prospectiva que no plantee meras soluciones estándar ante problemas estándar, una construcción de diferentes escenarios que nos permitan asegurar estrategias exitosas, por consecuencia será primordial para el diseño de políticas y tendrá la posibilidad de prevenir las crisis y conflictos.
¿Cómo se concibe la prospectiva?