Es amplia la cita anterior, sin embargo explica de la mejor forma la integración del hombre a su mundo algo irónico. Como verás no deseché la última palabra de la cita, pues creo en un hombre razonable para ser consciente de su mundo, sin embargo, le apuesto aun hombre mejor si éste también es sensible para concretar sus respuestas a ese mundo, nuestro mundo. Seguro que un hombre razonable y sensible permite el diálogo entre sus semejantes por sus diferencias aceptadas, por ello más justo. Integrar el placer de la identidad en los objetos diarios a través del reconocimiento de lo estético como parte del ser humano hace más deleitable la vida propia pues entonces se es.
BIBLIOGRAFÍA
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Schiller, La educación estética del hombre, Espasa-Calpe, Madrid, 1968
[1] Agustín René Solano Andrade ( Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. ) es Maestro en Comunicación y Diseño (UIA) y Maestro en Estética y Arte (BUAP). Combina su quehacer académico con las letras y las imágenes. Sabersinfin.com agradece a Agustín René la autorización para publicar el presente trabajo.
[2] Esto, aclaro, sin hacer un lado la labor que se lleva a cabo de educar la razón y procurar la comunicación humana. Esta es una idea de equilibrar lo que enseñamos como seres humanos a nuestras próximas generaciones. Y cuando hablo de equilibrio no me refiero a porcentajes equivalentes para cada valor, sino al peso adecuado que debe dársele a cada uno de ellos según la circunstancia que se presente.
[3] Schiller , La educación estética del hombre, Espasa-Calpe, Madrid, 1968, p.61
[4] Schiller, Op. cit., p.13
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